CRITICA EN EL PERIODICO "ABC DE MADRID" (21-10-1952)
Una cinta de corte típicamente americano, es la que ayer brindó, en estreno, en el Palacio de la Prensa, con el título "Cuidado con los Inspectores". En ella se buscan con fortuna, es cierto, los aspectos hilarantes, sin pararse en evitar las extremosidades, sino por el contrario, recreandose en situaciones que rozan lo astracanesco. Pero los resultados, como ya he apuntado, son satisfactorios, púes el publico celebra los lances con risas espontaneas y repetidas. No se llega, ni se pretende llegar, a la tragedia grotesca, mas la narración es un pequeño grotesco drama: un matrimonio con dos pequeños chiquillos niño y niña "el marido, alto empleado de un almacén y la esposa en los quehaceres caseros", que recibe un premio de veinte mil dólares en regalos por haber acertado el varón un concurso radiofónico. Sin embargo, la suerte que parecía haber entrado con prodigalidad por las puertas de la casa, no es tanta, pues cada objeto o articulo, aislado o en lote, que forma el envío, está sujeto a impuestos, y por el total se han de pagar seis mil dólares en impuestos, cantidad que no disponen la familia. Y ahí comienzan, las tribulaciones y las agitaciones, que están a punto de dar al traste hasta con la felicidad conyugal. La gracia reside principalmente, más que en la trama en si, en los detalles, en cada contingencia que se presenta; en la comicidad particular e independiente, de cada situación. Walter Lang, el director, ha llevado con indiscutible habilidad la realización, combinando las jocosas imágenes con la apetecida movilidad para los empeños de ese género. Todos los pasajes, cabe afirmar que son graciosos, pero los hay muy acusadamente, como el de la señora que se va probando modelos de sombreros "Quinta Avenida" en tanto que un supuesto comprador del piano, recién traído y ya en venta, en la casa, lo ensaya. James Stewart y Barbára Hale son los protagonistas, aunque es el primero quien asume la principal y mas difícil labor, con una compresión y una flexibilidad encomiables sin reservas. En cuanto a la actriz, esta muy ajustada al tipo femenino que interpreta, y su trabajo es excelente. Los personajes episódicos, entre los que destaca el encanto de Patricia Medina, merecen igualmente el aplauso. DONALD.
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